domingo, 31 de mayo de 2015

Volvernos uno.





Tu cuerpo y el mio, uniéndose como piezas de rompecabezas, encajando perfectamente. Mis dedos recorren toda tu piel, cada centímetro, cada parte de ti... Sintiendo como se enciende mi cuerpo, Sintiendo como tu energía se desvanece entre mis piernas, Sintiendo la paz que nos envuelve, Sentir la suavidad de tu piel en mi lengua, Sentir como te retuerces frente a mi, Sintiendo tu respirar cada vez mas intenso en mi oído Sentirte y deleitarme Sentirnos y volvernos uno.

martes, 26 de mayo de 2015

Desechando miedos.

Quiero darle la bienvenida a este sentimiento,
Abrirle las puertas e invitarlo a ponerse cómodo.

No quiero limitar este sentir,
no quiero perderme en el miedo,
no quiero encarcelar las palabras que están a punto de salir pero que, se traban en mi lengua,
a causa del miedo y el temor que nacen en mi garganta,
y no dejan salir las palabras que se acumulan en mi corazón,
quiero apartar esos  temores para que mis palabras sean libres,
para que este sentimiento sea libre y pueda volar sin tenerle miedo a las alturas.

No quiero llenarme de dudas,
porque sé que es un sentimiento muy común que invade cualquier sentimiento,
y sólo lo reprime, lo estruja y lo agota.

Simplemente por primera vez,
quiero abrazar esta bonita alegría,
esta felicidad que recorre todo mi ser,                        
abrazar este hermoso sentimiento,
abrazarlo tanto para hacerlo sentir seguro
para que así, pueda ser tan fuerte,
que todas las dudas innecesarias, se irán,
que todos los temores y miedos encontraran la salida, y huirán.



jueves, 14 de mayo de 2015

Sonrisas en sus ojos.

Qué bonita sonrisa tienen sus ojos, Me fije de repente mientras tenía la vista en no sé qué. Muchacho de pasos largos, de ojos cafés, con la visión en el horizonte mientras la brisa acariciaba sus mejillas. Unas ganas que tenía yo, de invitarle un café, De invitarle y decirle, Oye usted, podría regalarme su sonrisa o sus ojos,
si no es mucha molestia, es que... sabe,
su sonrisa me ha cautivado,
la sonrisa de su boca y la sonrisa que brilla en su mirada.
Mientras imaginaba que podría decirle eso, me eché a reír, mientras seguía caminando, Intentando disimular mi sonrisa. Contagiando las aceras de alegría por las que caminaba ese día, Yo estaba sonriendo desde el interior. La sensación me invadió, así sin avisar, Quería caminar lo más lento posible o quedarme allí parada, Y verlo caminar por la otra acera. Queriendo correr hasta allí y pasar por su lado para luego ir caminando tranquilamente, fingiendo como que si haberlo visto, no me causaba ninguna alegría. Ya me imaginaba eso, saludarle, y entonces sonreírle. El pensaría que mi sonrisa sería por cortesía,
Mientras yo por dentro tenía la certeza de que la causa de mi sonrisa era él. Entonces pestañeo, y sigo parada allí, Caminando mirando hacia atrás, buscándole con la mirada. Queriendo encontrarlo otra vez, Queriendo caminar por la acera tomada de su mano Queriendo que su sonrisa me perteneciera, O que también su boca besara la mía Queriendo quizá también, quererle.



miércoles, 6 de mayo de 2015

El apuro de llegar temprano a ti.

Todo empezó por mi apuro de llegar temprano a clases, y fue cuando decidí bajarme del autobús porque estaba segura de que caminar seria más rápido...

Y entonces ese día, en esa calle, a esa misma hora, nuestros caminos se encontraron.

Y sucedió...
cruzando aquella calle,
venia él,
y su sonrisa que irradiaba luz,
me iluminó.

Entonces yo,
una chica que ya no creía en el amor, pero aun así con ganas de amar...
caminando por las calles con la sonrisa guardada en el bolsillo,
caminando por las calles sin esperar ser encontrada.

Y nosotros caminábamos, quizá también sin esperar, 
que justo en ese instante,
todo se detendría...

Todo coincidió para que nuestros caminos se cruzaran, 
para luego descubrir este sentimiento inexplicable que apareció sin ser buscado. 

No se trataba de llegar temprano a clases, se trataba de llegar temprano a ti.
De llegar temprano a encontrarnos, 
y después de eso,
todo se transformó.

Seguí caminando,
pero ya no con la sonrisa en el bolsillo,
seguí caminando esta vez con la sonrisa iluminada.
Ya no apurada, porque ya no hacia falta,
porque ya había llegado temprano, a nuestro encuentro sin avisar.

Seguí caminando, contemplando lo rara que me sentí, por ese nuevo sentir,
seguí caminando, con la alegría llenando mis pupilas,
con el presentimiento de que algo,
algo bueno sucedería,
con el sentir de que algo nos juntó para alegrar nuestros días
de que algo bonito estaba por comenzar...