sábado, 22 de noviembre de 2014

Viajaré.

Con los ojos ya cansados y la mirada ya dormida,
Con las manos congeladas, con el corazón un poco hecho pedazos,
Con mis dedos temblorosos,
Con la manía de morderme los labios, y con mis labios ya rotos,
Con la maleta vacía y con el pasaje ya en mano,
Con todo lo que fui, y con todo lo que soy y seré,
Me doy la vuelta y me voy.

Viajaré con la maleta vacía, por si me encuentro con cosas que quiera traer cuando regrese,
Por si me encuentro con cosas nuevas y bonitas, cosas que me llenen un poquito el alma,
Que me llenen tanto el alma que quedara satisfecha de tanta paz que habrá en mi.

Con mis manos manchadas de la tinta de mi lapicero,
Con mi libreta hecha un desastre,
Y un montón de lapices que seguramente perderé en cualquier lugar.

Con esta voz ya cansada pero no ronca,
Con esta mirada dormida pero no perdida,
Buscaré la paz que mi alma anhela,
Buscaré las pequeñas cosas,
Buscaré un café, un libro, y buscare la lluvia,
Buscaré el amor en donde nadie ya lo busca,
Buscaré la alegría donde todos se quejan,
Buscaré tantas cosas y sobre todo, me buscaré a mi.

Con las manos vacías queriendo llenarse,
Con el corazón nervioso,
Con este lapicero que desprende su tinta manchando las hojas de mi libreta,
Viajaré.



sábado, 15 de noviembre de 2014

Te dejaré ir, sin duda.

Te dejaré ir, sin duda, el día que ya no necesite preguntarme por ti
El día que camine por allí sin la necesidad de querer por casualidad toparnos
El día que ya no te busque en el lugar que quizá si estés
El día que tus ojos sean solamente unos simples ojos,
Y no una mirada en la cual yo me pierdo.

Te dejaré ir, sin duda, el día que nos encontremos y nuestro saludo sea un simple saludo,
Y entonces nos daremos la vuelta y solo seremos como simples personas que se saludan y se van.

Te dejaré ir, cuando un día me de cuenta que ha pasado tanto tiempo desde aquella vez que pensé en ti,
Y entonces seria sólo esa única vez en la que yo te habré pensado.

Te dejaré ir amor, cuando ya los momentos guardados en el recuerdo se agoten,
Y entonces yo tenga que esforzarme por recordar los momentos que tanto adoré.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

Rumbo a ninguna parte.

Quiero escribir pero me detengo,
y miro la hoja en blanco. 
En blanco está esa hoja cuando mis sentimientos llevan montones de colores.
O tal vez sólo estén en blanco y negro,
tratando de encontrar su color

¿Por qué me cuesta tanto?
El aceptar que todavía existe algo en mi que te anhela.

Quiero encontrar las palabras para explicar este sentimiento,
pero tal vez le he insistido tanto a mi corazón diciéndole que por ti no siento nada,
que quizá ya ha empezado a creerlo. 

No lo se, todo resulta confuso y sin rumbo,
sin rumbo porque ya no hay vuelta atrás,
confuso porque pienso tanto en ese ayer
en ese ayer que ya no tiene ningún mañana

Y que aún sabiendo que este sentimiento no tiene rumbo,
sigo persiguiéndolo.
Y que aún sabiendo que no va a ninguna parte,
quiero conocer ese lugar.